Cuba: Los Mayimbes y el Modelo Chino.
por: Alberto Luzárraga.
Se le ha dado muchas
vueltas al asunto del título. Que si "Raulito" visitó a China, que si
el ejército cubano controla las empresas, etc. Tanto, que decidí estudiar el
asunto e irme a China para con los ojos valorar lo que había leído. De
ex-profeso fui con una institución cultural que durante tres semanas nos ayudó
a conocer no solamente lo que suelen ver ven los turistas sino algo más, al
salirnos un tanto de las rutas usuales.
Regreso alentado. Cuba
no va a ir por el camino chino. No tiene cómo. Después de la muerte del
dogmático Mao, surgió el pragmático Deng Xiao Ping que dijo: "Gato blanco
o gato negro es igual con tal de que cace ratones." Claro que aprendió la lección
sólo después de ser purgado varias veces por el "máximo líder chino."
Deng tenía la
ventaja de ser uno de los fundadores y compañero de Mao que sobrevivió el
camino de Yenán, lo que le daba cierto prestigio. En Cuba no hay ninguno así.
Los que quedan no saben la diferencia entre un gato y un ratón.
Y hoy en día confrontan
enormes problemas de infraestructura, deuda y balanza de pagos que unidos a la situación
geográfica hacen casi imposible una comparación.
En efecto, la China
de Mao estaba atrasada, pero tenía enormes recursos humanos que movilizar y un
sentido de la historia del pueblo chino que debía realizarse. Muchas cosas han
acontecido en los últimos 30 años, pero a través de ellos la legislación china permitió
la inversión directa en casos hasta el 100% y la contratación directa de los
trabajadores, a los cuales se les puede remunerar bien por encima de lo que ganarían
en las empresas estatales.
Resultado: China se
convierte en la factoría del mundo y exporta 125 billones de dólares en el
2001. Forzada por la presión demográfica y la necesidad de crear empleo y
exportaciones, China permite la empresa privada doméstica en actividades
necesarias para el consumo interno y la exportación. Hoy en día 40% del
producto bruto está en manos privadas y se nota. El turismo interno chino es
visible, hay 200 millones de usuarios de teléfonos celulares, 50 millones de
personas que acceden al internet (los más son jóvenes) y ocho millones de
automóviles de propiedad privada. No es oro todo lo que reluce y la estadística
numérica no toma en cuenta la enormidad del país y de su población lo cual hace
que los números citados sean menos impresionantes en términos relativos. Pero
lo cierto es que en los últimos doce años de liberalización económica se ha
progresado mucho.
La Cuba castrista por
el contrario fuerza la inversión en términos de explotación a su pueblo y
asfixia sistemáticamente todo intento de empresa privada y creatividad. Sólo produce
atraso, éxodo y desesperación.
Donde hay similitudes
es en el miedo al futuro de la clase gobernante, en la represión de los
derechos humanos y en la ineficiencia corrupción y endeudamiento ruinoso de las
empresas estatales. En China el 60% del producto aun está en manos estatales y
en la Cuba castrista continúa en casi su totalidad.
En China la creciente
independencia económica da lugar a un latente deseo de independencia política
libre del monopolio estatal. Se escucha a los jóvenes criticar el salto
adelante y la revolución cultural como eventos que provocaron hambre y atraso.
El partido buscando
un paliativo político, admite empresarios como miembros y se rumora que tal vez
los grandes empresarios chinos serán invitados a algunos cargos importantes. Muchos
de esos empresarios han salido de las filas del partido y se han asociado a
elementos creativos lo cual hace que este paso sea bastante menos importante de
lo que parece. Mientras tanto, buena parte del pueblo menos angustiado con la
supervivencia, tiene ahora tiempo de reflexionar mirar a su alrededor y ver el
estilo de vida de los nuevos ricos, antes comunistas "defensores del
proletariado". Eso es difícil de manejar, en Cuba ya lo es y lo sería
mucho más.
El sentido político
chino tuvo el acierto de eliminar al ejército de los negocios y así consolidar
la posición de los civiles. En Cuba hay militares a cargo de empresas como antes
los había en China pero lejos de estar dispuestos a entregar su poder económico,
presumen y exhiben el que tienen.
La información es
temida en ambos países. China intenta controlar el internet y bloquea el servicio
de búsqueda "google", pero pronto reconoce lo fútil de su intento y
lo desbloquea. Cuba por el contrario persiste en su bloqueo informativo.
Nada podemos
predecir sobre el futuro de China. Hay muchos escenarios posibles y es
demasiado complicado el asunto para que un novato en asuntos chinos, como el
que escribe, aventure una opinión. Resulta obvio sin embargo, que China
liberaliza económicamente porque no tiene otro remedio. La guerra de conquista
no es factible. Pero teme liberalizar la política porque hay 1,300 millones de
chinos. Y es un problema a resolver que se discute intensamente.
Pero como cubanos sí
podemos opinar sobre Cuba. Sabemos que Castro no liberaliza económica o políticamente
porque hay sólo 90 millas de distancia y demasiados cubanos que ya no se creen
su cuento. En un debate abierto con Pepito, el niño travieso, Pepito hace fufú
de plátano con el coma-andante.
Lo cual hace de su
modelo de capitalismo selectivo un puro fracaso fascistoide. Limitado a unos
cuantos mayimbes fieles y a lo peor de la inversión internacional. La peor,
porque esa no innova ni crea exportaciones o puestos de trabajo. Sólo explota.
Quiere decir que no
hay profundidad ni inteligencia en el modelo castrista. Es estrecho, egoísta y
aprovechado. No puede resolver problemas ahora, y menos evolucionar después,
porque el mayimbato dirigente carece de energía, base intelectual y de capacidad
empresarial para el despegue económico. Arruinar una industria y demoler
ingenios es fácil, crear algo rentable en sustitución no lo es.
Post Castro los
mayimbes podrán intentar un copo económico y lo harán invitando a cuanto aprovechado
internacional encuentren, pero gente seria que invierta, pague sueldos dignos y
cree trabajos en las cantidades necesarias ah....alucinados mayimbes, eso es
harina de otro costal.
En ese caso les exigirán
una apertura y unas garantías que no podrán conceder sin dar al traste con sus
privilegios y tendrán encima la presión popular que reclamará una vida digna.
Entendemos bien que
el levantamiento del embargo, créditos de Estados Unidos y turismo americano es
su esperanza para un gradualismo que les permita la permanencia. Y no dudo que
sueñen con montar una pala electoral con partidos oposicionistas de bolsillo
para así "vestir la mona." Pero no se les va a dar. Han podrido la
manzana económica/política en una forma tal que ya sólo se compone de gusanos.
Efectivamente los gusanos se comerán al caballo pero ya se comieron la manzana.
Esto no lo arregla ni el médico chino. De modo que vayan pensando en cambiar de
penco.
Nota: este trabajo
esta en forma permanente en: